Tal día como hoy, en 2005, despegaba desde Cabo Cañaveral la sonda espacial «Deep Impact», ideada para estudiar la composición de un cometa

Hace ya 18 años, la agencia espacial norteamericana, lanzaba al espacio una sonda para averiguar la composición de un cometa. La misión Deep Impact despegó el 12 de enero de 2005 sin novedades desde Cabo Cañaveral (Florida).

La NASA lanzó ese frío miércoles de 2005 una sonda espacial  que en seis meses permitió a los científicos vislumbrar por primera vez el  interior de un cometa y analizar su composición en búsqueda de datos que  permitieran estudiar más a fondo el origen del sistema solar.
 
El lanzamiento de la sonda se realizó a las 18:47h GMT del miércoles 12 de enero de 2005,  sobre el cohete Delta II que salió de Cabo Cañaveral, en el Estado de Florida  (sureste de Estados Unidos). El 4 de julio de ese año, la sonda ya estaba a más de 132 millones de km de la  Tierra, próximo a la trayectoria del cometa Tempel 1, que rotaba alrededor del  Sol.
 
Veinticuatro horas de alcanzar al cometa, la sonda «Deep Impact» lanzó un proyectil de más de 300kg que impactó sobre el cometa a una velocidad de 37.000 km/h. La sonda iba equipada con cámaras y otros instrumentos que analizaron el  impacto desde una distancia menor a 500 km. Mientras, los telescopios  espaciales Hubble X-ray Observatory y Spitzer Space Telescope observaron el  experimento. Además, en el propio proyectil, había una cámara preparada para captar hasta el  último momento antes del impacto.
 
Según los responsables de esta misión de 267 millones de dólares, el  impacto hizo un agujero del tamaño de un estadio de fútbol en el  cometa, que tenía más de 6 km. de largo y estaba formado de hielo y roca.

La larga tradición de exploración de la NASA es investigar y descubrir cómo  se formó el sistema solar, cómo va a evolucionar y si hay vida en otras partes  del universo. Los astro-físicos estiman que los cometas son los restos que quedaron después de que se formara el Sol y los planetas, hace 4.600 millones de años.
 
El Tempel 1 formaba parte de los cometas más cercanos a la Tierra, que pasan frecuentemente cerca del Sol, y que están agrupados en el Cinturón de Kuiper, situado a entre 5.000 y 16.000 millones de km. La mayoría de estos cometas gravitan en órbitas muy elípticas.  
 
Hasta ahora las misiones de estudio de los cometas habían consistido en  simplemente fotografiarlos de cerca o captar partículas de su cola.